Resumen: El estudio de la sangre forma parte integral de muchos espacios curriculares dentro de la Carrera de Medicina Veterinaria. En los primeros años se aborda su estructura histológica, las funciones de los distintos componentes que la constituyen y las diferentes técnicas que colaboran en su valoración. En años más avanzados, se analizan los parámetros hematológicos en respuesta a patologías específicas que afectan a los elementos formes y coloidales y su relación con agentes etiológicos diversos. Finalmente, en los últimos años, se interrelacionan los hallazgos de laboratorio con casos clínicos reales e hipotéticos, con la finalidad de afianzar e integrar los conocimientos adquiridos para el desempeño clínico de la profesión. El estudio de los eritrocitos, estructura, función y patología, es parte primordial dentro de esta cadena de asignaturas y contenidos. Las patologías clásicas, anemia y policitemia, forman parte del día a día de la clínica veterinaria de animales domésticos, teniendo su mayor énfasis en los animales de compañía.