Por el rector Oscar Alpa
Nuestro país vive momentos difíciles, y las Universidades no hemos quedado al margen de esta crisis política y económica que nos envuelve. Desde el Consejo Superior de la UNLPam y desde el Consejo Interuniversitario Nacional, hemos advertido este presente que tendrá profundas consecuencias en los próximos años. La fuerte incertidumbre e inestabilidad golpea a todos los integrantes de nuestra comunidad académica.
Es en estos momentos complejos en los que debemos comprometernos desde el ámbito universitario público con nuestra sociedad y su destino. Porque lo que resulta claro es que los más afectados por estas crisis son siempre los sectores de menores ingresos.
Como institución orientada al desarrollo del país y de nuestra región debemos preocuparnos y ocuparnos por las condiciones de nuestras y nuestros estudiantes, docentes y no docentes.
En estos momentos críticos es cuando más se debe apostar a la educación de las y los jóvenes. Debemos poner todo nuestro esfuerzo en apoyar y sostener las condiciones en las cuáles se forman y promover la permanencia de quienes están realizando su trayectoria universitaria en nuestra casa de estudios y que serán en futuros profesionales.
Desde la UNLPam tenemos claro ese objetivo. Sobre todo en el año en que se cumplen los 70 años de la gratuidad de la educación universitaria, un hecho significativo y fundamental para la educación superior pública y que impulsó la ampliación de derechos y la apertura e inclusión de generaciones de jóvenes a las universidades.
Es por eso que a pesar de la crisis sostuvimos servicios y becas y desarrollamos nuestras funciones en condiciones de normalidad. Son estos momentos los que ponen de relieve lo que significa la Universidad pública, gratuita, laica de y calidad para el país y para nuestra Provincia. Y la necesidad de defender a la educación pública superior como un Bien Social y como Derecho Humano Universal.
Editorial publicada en la Revista Contexto Nro. 60