Cotidianamente, nuestras empresas agropecuarias regionales toman decisiones buscando lograr la mejor adaptación a su entorno agroecológico y económico para viabilizar su supervivencia y crecimiento. Su éxito o fracaso depende, en gran medida, de su capacidad para lograr un complejo y delicado equilibrio, aunque estable y coyuntural, entre su ambiente externo y su organización interna.
En tal sentido, el libro Decisiones Agropecuarias (EdUNLPam, 2018) surge desde el anhelo de comprender las decisiones empresariales que en forma cotidiana adoptan los productores agropecuarios en sus predios y emprendimientos. Medidas que son a veces tomadas desde el amparo del hogar familiar, pero también desde la adversidad climática, desde la coyuntura, desde el momento de siembra. En tal comprensión, se ofrece al lector la posibilidad de evaluar estos procesos a partir de las propias vivencias y experiencias de los actores involucrados.
Se interpreta que sus reflexiones constituyen, en sí mismas, herramientas de aprendizaje o elementos de análisis que contribuyen a la actualización y a la transferencia de conocimientos. En otros términos, el rescate de sus testimonios permite mejorar nuestra comprensión de la realidad de las empresas agropecuarias actuales, de sus dinámicas internas y de sus esquemas de decisión. Es por ello que cada concepto teórico propuesto se complementa con afirmaciones y comentarios particulares de los entrevistados.
Desde lo metodológico, se realizaron entrevistas a diez productores titulares de empresas familiares radicados en la provincia de La Pampa y oeste de la provincia de Buenos Aires. Se han seleccionado empresarios con diferentes perfiles y formatos productivos en cuanto a tamaño, localización y complejidad de los emprendimientos. Todo ello encaminado a mostrar distintas realidades, diferentes dinámicas y actividades diversas. Realidades que comparten, sin embargo, categorías de análisis y esquemas de decisión.
Este libro explica en forma práctica y concreta la naturaleza, dinámica y alcance de estas decisiones. En tal sentido, se describen las distintas opciones estratégicas adoptadas, considerando variables tanto contextuales como subjetivas. Asimismo, se identifican y analizan las herramientas disponibles que posibilitan su implementación a través de la gestión agropecuaria.
La idea básica de esta propuesta es que un sistema de producción agropecuario puede ser mejor comprendido a través del estudio combinado de un conjunto de variables significativas. El objeto de esta publicación ha sido identificar estas variables, entender sus complejidades y descubrir desde una perspectiva cualitativa las relaciones que las gobiernan.
En tal comprensión, se distinguen dos planos o áreas de decisión. El primer plano es de largo plazo y comprende otras decisiones derivadas. Éste involucra un mayor nivel de incertidumbre y un mayor grado de ambigüedad. Aparece aquí, como elemento central, la idea o concepto de estrategia. La pregunta que podemos formularnos es ¿Cuáles son los factores relevantes que intervienen a la hora de adoptar decisiones estratégicas en este sector? El libro distingue básicamente dos grupos de factores. Encontramos por una parte variables contextuales emanadas del entorno –micro y macro- y por la otra, variables subjetivas. Es decir, el contexto es analizado e interpretado desde la propia subjetividad del productor. Por ello, ante las mismas condiciones contextuales los sistemas de producción pueden ser diferentes.
Los factores contextuales que se analizan en cada caso son: a) los determinantes agroecológicos y las potencialidades de las regiones geográficas donde se asientan los sistemas de producción, b) la tecnología vigente en general y los paquetes tecnológicos en particular, c) el contexto político, económico, fiscal, y regulatorio, y d) el micro entorno que tiene que ver con elementos tales como proveedores, clientes, y mercados a los que accede la empresa.
Seguidamente, para adoptar decisiones estratégicas, se considera la subjetividad de la persona involucrada. Los factores subjetivos a través de los cuales los productores analizan el contexto se expresan como sigue: a) su posición relativa en la estructura de propiedad y gobierno de la explotación, b) sus valores, actitudes, etapas en el ciclo de vida, tradiciones familiares, y experiencias pasadas, c) su actitud y percepción de la rentabilidad para la actividad que pretende desarrollar, y d) su actitud y evaluación del riesgo involucrado.
Finalmente, el segundo plano decisorio tiene que ver con la implementación de las estrategias y con la gestión de los emprendimientos. Decididas las estrategias y definidos los objetivos, es necesario implementarlos y llevarlos a cabo desde la gestión agropecuaria. En otros términos, desde el ámbito de decisión gerencial. Aquí, como podrá observarse, el horizonte de planeamiento es más acotado e involucra un menor grado de incertidumbre. Es por ello que, en esta instancia, los procesos decisorios pueden ser matematizados con mayor facilidad. Los planes son anualizados, presupuestados, puestos en práctica y controlados. En definitiva, una vez que el rumbo ha sido establecido mediante una estrategia, es necesario direccionar las acciones hacia el logro de los objetivos. Esto es, adoptar decisiones de carácter gerencial o de gestión, dependiendo de la naturaleza de cada emprendimiento.
Eduardo Pordomingo
(Artículo publicado en La Arena del Campo, 2 de junio de 2018)