El diagnóstico y tratamiento precoz de la deficiencia de yodo (DDI) en mujeres en edad fértil y embarazadas previene las alteraciones de la mielinización y sinapsis neuronales en el cerebro y cerebelo del feto, que comprometen el desarrollo psicomotor y el coeficiente intelectual del recién nacido. Éste se evidencia cuando el niño ingresa a la escuela y sufre problemas de aprendizaje.